Después de una cirugía de extracción dental, pudiesen suscitarse problemas de inflamación, dolor o hemorragia en la zona de la extracción. Te brindamos las siguientes recomendaciones para minimizar estos síntomas y evitar alguna posible complicación.
- Para detener un posible sangrado, toma un algodón o gasa y sitúala directamente en la zona de la extracción. Aprieta suavemente durante unos minutos para ocasionar coagulación, provocando sangrado se detenga, dejando la gasa durante 20 ó 30 minutos. Durante las primeras 24 horas, es normal que continúe el sangrado. Si después de ese lapso de tiempo, la hemorragia continúa, consulta a tu dentista.
- Después de la cirugía, la inflamación puede ser normal. Para disminuir la inflamación, puedes aplicar una compresa de hielo durante intervalos de 20 minutos.
- Evita fumar y beber alcohólicas o refrescos gaseosos durante los primeros 5 días después de la cirugía.
- Mantén la cabeza levantada con cojines al dormir durante la primera noche después de la cirugía, para evitar un exceso de hemorragia o inflamación.
- La higiene bucal es importante después de la cirugía, se recomienda limpiar la zona con un algodón húmedo y posteriormente cepillar los dientes, teniendo cuidando no lastimar la zona de la extracción. Puedes utilizar enjuague bucal para finalizar.
- Se recomienda una dieta blanda que no requiera masticarse ni esté a temperaturas demasiado altas.
- Se recomiendan enjuagues bucales con agua salada, de 3 a 5 veces al día con agua tibia, agregándole una cucharada de sal, teniendo cuidado de no escupir con mucha fuerza.
- Evitar tomar aspirina, ya que adelgazan la sangre y dificulta la coagulación. Sigue las indicaciones sobre medicamentos y cuidados que te haga tu dentista.
- En el caso que continúe el dolor severo, fiebre, inflamación o hemorragia, ponte en contacto con tu dentista de inmediato al teléfono de urgencias.